A finales de abril, luego de haber cumplido con los 40+ días de cuarentena la Ministra de Gobierno, María Paula Romo, anunció que el Ecuador estaba por terminar la etapa de aislamiento para dar paso al distanciamiento social. Basta con ver un noticiero o leer el periódico para comprender el protocolo que se implementó, para evitar una nueva ola de contagios.
Sin embargo, ¿sabemos cómo nos afecta esta «nueva normalidad»?
El suicidio es un problema de salud pública, y por lo tanto debemos hablar y crear conciencia de sus causas, señales y métodos de prevención. Hay varios mitos asociados al suicidio y el desacreditar estos nos puede ayudar a entender lo importante que es abordar los desafíos de salud mental.
En el campo de la psicología existen ideas divididas con respecto a si el suicidio es el deseo de morir o es una estrategia empleada para comunicar y pedir ayuda. El individuo busca desesperadamente comunicar a las personas en su entorno que no desea vivir, que se ha cansado de luchar o que tiene miedo de continuar viviendo. Según la OMS, el factor principal de riesgo de un suicidio es un intento previo.