El síndrome de burn-out es un estado de agotamiento físico, mental y emocional a causa del estrés que se vive en el ambiente laboral. Afecta comúnmente a quienes trabajan en puestos relacionados con atención a terceros, por ejemplo: profesores, personal de la salud, o atención al cliente.
El síndrome de burn-out se caracteriza por ser un proceso que evoluciona poco a poco y que causa, entre otras cosas, que los trabajadores pierdan interés en su trabajo y sus responsabilidades laborales. Se presenta cuando el empleado está expuesto a jornadas de trabajo largas, trabajo físico excesivo, situaciones que presentan una sobrecarga emocional, entre otras.
Los síntomas
Las personas que se ven afectadas por el síndrome de burn-out suelen presentar los siguientes síntomas:
- Cambios en el estado de ánimo que incluyen: irritabilidad e impaciencia. La persona se muestra negativa, irónica y distante
- Falta de energía
- Falta de motivación
- Agotamiento mental y falta de concentración
- Dolores físicos que incluyen: problemas gastrointestinales y cardiovasculares; dolores de cabeza y musculares, mareos, dificultad para dormir, afecciones de la piel, entre otros
- Sensibilidad a la crítica
Además de causar desinterés laboral, entre sus consecuencias están el consumo de medicamentos para
contrarrestar los síntomas por ejemplo medicamentos para dormir, uso y abuso de alcohol o drogas, actividades o conductas de riesgo, entre otros.
Por estas razones es importante identificarlo a tiempo para poder tratarlo eficazmente. La persona debe saber reconocer cuando se está viendo afectada por el síndrome de burn-out; así mismo, la empresa debe contar con un personal de recursos humanos capacitado para detectar cuando el ambiente y ritmo laboral está afectando a sus colaboradores.
¿Cómo actuar ante el síndrome de burn-out?
Ya que se ha incluido una definición más específica en la 11a Revisión de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11), la OMS, basándose en evidencia científica, está trabajando en el desarrollo de pautas para fomentar el bienestar mental en el lugar de trabajo.
Las siguientes son recomendaciones que se pueden seguir para que la persona pueda continuar adecuadamente con sus actividades laborales:
- Respetar las pausas y no excederse en el ritmo de trabajo.
- Establecer límites ante las situaciones donde no se tenga control, haya una sobrecarga de responsabilidades o recursos limitados para cumplir con las tareas laborales.
- Separar lo personal de lo laboral, es decir desconectarse al finalizar la jornada de trabajo, realizar actividades que ayuden a relajarse.
- Buscar apoyo familiar y social.
Es importante que no se confunda el síndrome de burnout con el estrés regular.
Una manera de identificar la diferencia entre ambos, es entender que el estrés se caracteriza por una sensación de que lo que se está viviendo «es demasiado». Por otro lado, el síndrome de burnout lleva a pensar o sentir que lo que se está haciendo «no es suficiente» o «no merece la pena todo el esfuerzo».
El estrés incluye una presión física y mental relacionada a tener que cumplir con todo lo que se espera de uno. Mientras que el síndrome de burnout es un sentimiento de agotamiento extremo que causa que la persona pierda toda motivación e interés en cumplir con sus responsabilidades.
Si una persona con mucho estrés siente que se ahoga en las responsabilidades, quien sufre del síndrome de burnout se siente completamente agotado, sin fuerzas para cumplir con lo que tiene que hacer.
En la mayoría de los casos, las personas son conscientes de estar bajo mucho estrés, sin embargo, no siempre son capaces de notar que están «burned out».
