Ya he hablado sobre la importancia de mantener una vida sexual sana. La semana pasada revisamos las disfunciones sexuales que afectan a las mujeres, pero dentro de esta salud sexual es importante conocer sobre aquellas que afectan a los hombres.
Las disfunciones sexuales son un grupo de trastornos que se caracterizan por afectar significativamente la capacidad de una persona para responder sexualmente o experimentar placer sexual.
A continuación explico un poco sobre las disfunciones sexuales que afectan a los hombres, según se encuentran publicadas en el Manual de Diagnóstico de Trastornos Mentales 5 [DSM-V].
Eyaculación prematura (precoz)
Es la disfunción en donde la eyaculación ocurre antes o poco después de la penetración vaginal, y se mide
por el tiempo que transcurre desde se inicia la penetración vaginal hasta que se produce la eyaculación.
Los hombres suelen reportar una sensación de falta de control sobre la eyaculación y sienten recelo sobre su incapacidad para retrasarla.
A nivel mundial, más del 20% hasta el 30% de los hombres entre 18 y 70 años reportan preocupación relacionada a la rapidez con la que eyaculan.
Disfunción eréctil
La disfunción eréctil es el constante fracaso para obtener o mantener una erección durante las actividades sexuales en pareja.
Para poder determinar si el problema ocurre en la mayoría de ocasiones sexuales, es decir más del 75% del tiempo, o si este solo se da en ocasiones específicas, es necesaria una evaluación e historial sexual cuidadoso realizado por un especialista.
Muchos hombres con esta disfunción, además presentan baja autoestima, baja confianza en sí mismos y un sentido de masculinidad disminuido. Principalmente, porque sienten que no pueden rendir como hombres.
Por otro lado, es común que la pareja de estos hombre reporte una reducción en su nivel de satisfacción sexual y una disminución en su deseo sexual, ya que asocia las experiencias sexuales como poco satisfactorias.
Hay una relación directa entre la edad y el número de casos que se reportan, especialmente después de los 50 años.
Cerca del 20% de los hombres temen presentar problemas eréctiles en su primera experiencia sexual, mientras que aproximadamente el 8% reportaron haber tenido problemas eréctiles que les complicaron la penetración durante su primera experiencia sexual.
Eyaculación retardada
La característica principal de la eyaculación tardía es un retraso o incapacidad para lograr la eyaculación. En
estos casos, el hombre reporta tener una dificultad o incapacidad para eyacular pese a alcanzar la estimulación sexual adecuada y tener el deseo de eyacular. Los hombres suelen reportar que esta dificultad se presenta durante la actividad sexual en pareja.
El hombre y su pareja usualmente indican que se mantienen en un intento prolongado para alcanzar el orgasmo hasta que uno o ambos reporta cansancio o incomodidad/dolor genital y terminan la actividad sexual. En otros casos, hay hombres que llegan a evitar la actividad sexual con el fin de no experimentar la dificultad para eyacular.
Aunque esto afecta directamente al hombre, repercute en la pareja ya que puede sentirse menos atractiva sexualmente dado que su compañero no alcanza el orgasmo con facilidad.
En la mayoría de los casos, el diagnóstico se realizará mediante un autoinforme del individuo. La definición de “retraso” no tiene límites precisos, ya que no hay consenso sobre lo que constituye un tiempo razonable para alcanzar el orgasmo o lo que es inaceptablemente largo para la mayoría de los hombres y sus parejas sexuales.
No se sabe a ciencia cierta el número de hombres afectados por esta disfunción, sin embargo es la queja sexual masculina menos común en consulta privada.
Trastorno de deseo sexual hipoactivo
Para poder realizar el diagnóstico es necesario que el hombre reporte un deseo sexual bajo o ausente, y falta o deficiencia de fantasías sexuales. La evaluación es importante para evitar un diagnóstico erróneo. También, es importante mencionar que este trastorno suele asociarse con problemas de erección y/o eyaculación, y en ese caso hay que determinar si el bajo deseo sexual es la causa principal o secundaria al/los otro/s problema/s.
Además, una “diferencia en el deseo”, en la cual un hombre tiene menos deseo de actividad sexual que su pareja, no es suficiente para un diagnóstico.
Aproximadamente, el 6% de los hombres entre 18 a 24 años y el 41% de los hombres entre 66 a 74 años tienen problemas con el deseo sexual. Finalmente, entre los hombres de 16 a 44 años solo un 1,8%, reporta tener poco deseo sexual.
Para todas las disfunciones es importante identificar el subtipo, <<de por vida / adquiridos>> y <<generalizados / situacionales>>. Los subtipos permiten identificar el inicio del malestar y si este se presenta siempre o en ocasiones específicas; y así definir diferentes causas y métodos de intervención.
- Toda la vida implica que la persona ha experimentado el problema sexual desde las primeras experiencias.
- Adquirido aplica a las disfunciones sexuales que se desarrollan luego de un período de actividad o función sexual relativamente normal.
- Generalizado se utiliza para clasificar las dificultades sexuales que no se limitan a ciertos tipos de estimulación, situaciones o parejas.
- Situacional implica que la dificultad sexual solo ocurre con ciertos tipos de estimulación, situaciones o parejas.
El diagnóstico de cualquiera de estas disfunciones debe ser realizado por un especialista, ya que es necesario realizar una evaluación detallada y descartar que el malestar no se esté dando por un tema físico u otras causas. Cabe mencionar, que el hombre puede experimentar, de forma aislada, un episodio de los que fueron descritos anteriormente y que esto no significa que haya una disfunción.
Si luego de leer sobre estas disfunciones consideras que tu experiencia podría estar relacionada a alguna de ellas no dudes en contactarme para conversar más a fondo y realizar una evaluación.
